Otros productos como la cebolla o la manzana cuentan con antioxidantes como la quercetina, que inhibe el efecto de las sustancias que inflaman las articulaciones. Incluso el uso del aceite de oliva en las preparaciones impide el actuar de las enzimas que producen estos síntomas.
Todos los alimentos mencionados tienen algo en común: provienen de las plantas. ¿Cuál es la importancia de la nutrición de este tipo? En el caso de padecer esta enfermedad, es recomendable integrarlos en el menú para evitar que la artritis avance y afecte la calidad de vida.
Alimentación antiinflamatoria: beneficios de la alimentación vegetal
Sumado al tema de consumir alimentos de origen vegetal, otro de los cambios que es recomendable hacer en nuestra dieta es suprimir la ingesta de carnes en especial las rojas o de mar, como los mariscos e incluso la leche. Este última, por ejemplo, contiene caseína, una proteína que causa la inflamación de nuestras articulaciones y aumenta el riesgo de tener artritis. Por su parte, la carne, al tener un gran componente de grasas y no es de fácil absorción.
Frente a esta situación, existen algunos alimentos de origen vegetal que podrían reemplazar la
alimentación inflamatoria, como la carne, y aportar en el tratamiento para la artritis reumatoide. Uno de estos es el amaranto, que tiene un alto contenido de proteínas, calcio, vitamina C; las legumbres (como las lentejas, los porotos y las habas), que son fuente de fibra y las vitaminas del grupo B; también puede ser consumir frutos secos (nueces, almendras), que tienen potasio, calcio, vitamina E, entre otros nutrientes. No obstante, es recomendable la asesoría de un profesional especialista en nutrición para que determine cómo se puede realizar esa transformación en la alimentación.
Pero
además de la nutrición es importante que vaya acompañada de otro factor: el ejercicio. Estudios revelan que practicar deporte hace que se disminuyan los dolores focales, la rigidez de las extremidades, previene las malformaciones y, por el contrario, mejora la movilidad y la postura del cuerpo. Una actividad aeróbica, como caminar, trotar, montar bicicleta o nadar, seguro ayudarán en ese proceso. También se pueden realizar otras actividades como rutinas con bandas elásticas. Importante es contar con el apoyo y asesoría de un experto, pues el exceso de ejercicio también puede afectar el movimiento o fortalecimiento del cuerpo.
Así pues, la
artritis reumatoide, es una condición que puede verse beneficiada si se considera
la importancia de la nutrición, en especial la basada en plantas.
Ana V. Morales