Nuestros pensamientos tienen lo suyo como también nuestras emociones, hay estudios que dan cuenta de que hay personas con patologías importantes que no tienen mucho sufrimiento, sin embargo hay otras personas que tienen algo menos grave y refieren mucho sufrimiento.
¿A qué se debe esto?
Esto tiene que ver con la manera que nos relacionamos con la dolencia. No es fácil dejar de resistir a alguna dolencia, pero se ha comprobado que mientras más nos cueste aceptarlo y le demos más importancia, será perjudicial.
De hecho hay una fórmula que planteó un monje budista
Dolor x resistencia= sufrimiento
Tara Brach, psicóloga y practicante de meditación también sostiene que cada vez que resistimos a un dolor este
se transforma en sufrimiento.
En la gran mayoría de los casos la causa del dolor tiene que ver con factores fisiológicos y psicológicos, entendiendo por esto último que por ejemplo el estrés influye como también los estados depresivos que nos sitúan en un estado de
mayor sensibilidad y vulnerabilidad.
De hecho en Estados Unidos a las personas que sufren dolor crónico en cuadros como fibromialgia, cefaleas, Artritis se les brinda tratamiento médico en conjunto con apoyo psicológico. La investigaciones demuestran que los resultados de la intervención en conjunto es más satisfactoria.
Explicar y comprender un dolor desde la parte psicológica a veces puede ser difícil, pero intentaré ser clara al respecto; primero sucede que sentimos ansiedad e inquietud por tener un dolor, a su vez esa ansiedad aumenta la tensión y es ese estar más tenso repercutirá en nuestro dolor entrando en una espiral que no termina, se convierte en un círculo vicioso.
Pero este círculo vicioso lo podemos transformar en uno virtuoso, dando algunos pasos en el sentido contrario.
¿Cómo podemos relacionarnos de otra manera con un dolor crónico?
Hay más de una manera pero en este caso me referiré a la relajación, entendida como un proceso que disminuye los efectos del estrés tanto a nivel mental y corporal. Por una parte ayudará a distender la tensión muscular lo que traerá como consecuencia que disminuirá el dolor, es decir cortaremos la espiral antes mencionada. En
su libro Jenny Moix, psicóloga, detalla los pasos a seguir para practicar la relajación progresiva de Jacobson que considera respiración abdominal, secuencias de tensión y relajación muscular, dedicarle al menos 10 minutos diarios que pueden ir en aumento. Cada uno a su ritmo y tiempo.
Ana V. Morales