Práctica para relacionarnos mejor con el dolor físico

Esta práctica tiene por objetivo aprender a relacionarnos de otra manera con el dolor. Es común que cuando tenemos un malestar o dolor, nuestra atención se vaya hacia él de manera automática. Sin embargo, podemos desarrollar la capacidad de cambiar esta dinámica y encontrar formas más saludables de manejar el dolor.

A través de esta práctica guiada, exploraremos cómo redirigir nuestra atención y cultivar una relación más equilibrada con el malestar. Aprenderemos a observar el dolor desde una distancia segura, permitiéndole estar presente sin que gobierne toda nuestra conciencia. Al hacerlo, podremos descubrir que tenemos la capacidad de mantener nuestra atención en otras áreas de nuestra vida que también son importantes y significativas.

Recuerda que este ejercicio se trata de desarrollar una nueva forma de relacionarnos con el dolor, una que nos permita ser más conscientes y resistentes. Puede llevar tiempo y práctica, pero con cada intento, nos acercamos un paso más a liberarnos de la dominación del dolor sobre nuestra atención y bienestar.

Así que, sin más preámbulos, comencemos con este ejercicio. Encuentra un lugar cómodo para sentarte o recostarte y vamos a explorar juntos esta práctica de cambio de enfoque y atención.